En Mehuín se llevó a cabo una Jornada informativa en Defensa del Mar en el largo conflicto que supera los 15 años con la empresa Celco y su proyecto de lanzar los riles de la papelera tóxica al límpido mar que da de comer a la bahía de la región de los Ríos.
Este último fin de semana de agosto se reunieron los defensores del mar, comunidades lafquenches y algunos pescadores que, después de todo, mantienen la resistencia. En la oportunidad se presentó el documental Nütram, además de una tesis de una alumna de pregrado sobre el conflicto y sus consecuencias para los habitantes del territorio.
Tal como contó Teresa Nahuelpán, la jornada contó además con “conversatorio, testimonios, consultas… Otra buena jornada al lado del Lafkenmapu. Mehuin Sin Ducto”.
Este es un proceso de reafirmación de la lucha y resistencia que cumple más de 16 años en contra del proyecto de contaminar con riles el mar de Mehuín (para que Celco pueda volver a expandir su producción luego que se viera obligada a reducirla por el desastre del río Cruces en Valdivia que causó la muerte de los Cisnes de Cuello Negro).
Años de lucha han tenido como consecuencia división en la comunidad debido a la intervención social de Celco y sus empresas consultoras. Diversas ofertas menguaron considerablemente la resistencia, esto después de que perdiera su batalla violenta que marcó lo que se conoce como la batalla del mar de Mehuín que ocurrió el año 2006.
En dicha ocasión, la Armada de Chile intentó liberar el mar -de los pescadores artesanales- para que Celco pudiera realizar sus estudios y así presentar el Estudio de Impacto Ambiental ante la institucionalidad estatal. Sin embargo, solo gracias a la resistencia de los pescadores en conjunto con el pueblo lafquenche es que se evitó tamaña tragedia, que contó incluso con disparos desde el buque estatal hacia los pescadores desarmados que iban con sus redes registrando el momento (ver video más abajo).
Así quedó al descubierto la complicidad entre la empresa privada y los organismos del estado para sacar adelante el proyecto de expansión de la papelera. Incluso con los cisnes de cuello negro muriendo, desde los presidentes Frei y Lagos, sus respectivas intendencias en Valdivia y las autoridades sectoriales y locales, nadie puso fin a la tragedia, y no tuvieron el valor de condenar a Celco por su crimen. Recién el 2013 la justicia condenó a Celco por la contaminación que causó el año 2004 en el río Cruces.
Pero, también quedó claro que solo una comunidad unida puede evitar la contaminación incluso cuando se intenta imponer por la fuerza del Estado.
Desde entonces, Celco ha ingresado a dividir a la comunidad, sin embargo, el mar de Mehuín aún está prístino gracias a los defensores del mar que vigilan diariamente tanto las concesiones marítimas -para que no se las regalen a Celco- como las concesiones terrestres para evitar a toda costa que Celco tire los riles al mar. Es un trabajo cotidiano que busca resguardar el territorio por aire, mar y tierra.
Desde la cima de los cerros costeros, el viento sopla limpio porque las comunidades saben que día a día le ganan a la transnacional de Angelini.
Fuente: Semillas de Agua
Ver video Armada versus Mehuín