Mercurio, selenio, arsénico, molibdeno, níquel, cobre, plomo y cadmio. Estos son sólo algunos de los metales pesados contenidos en 10 millones de metros cúbicos de agua y 4,5 millones de metros cúbicos de arena fina y barro que terminaron en los lagos y Polley Quesnel y en el arroyo Hazeltine (todos afluentes del río Fraser, que desemboca en el Océano Pacifico en Vancouver) por el rompimiento de la represa de residuos de una mina de oro y cobre, no lejos de la ciudad de Likely, Columbia Británica (Canadá).
Estado de emergencia
El problema comenzó el lunes 4 de agosto en la mina Mount Polley de Imperial metal Corp. (al día siguiente de la noticia las acciones cayeron en un 42%). Las autoridades canadienses han declarado el estado de emergencia en la zona e inmediatamente prohibieron todas las actividades en las masas de agua afectadas: desde la pesca hasta la natación, todo tipo de uso – por supuesto – el uso del agua para alimentación a pesar de que fuera hervida. Según el científico, ecologista John Werring, los 10 mil millones de galones de agua contaminada y unos 10 millones de toneladas de tóxicos derramado arenas son comparables a “un gigantesco derrumbe y los metales pesados se encontrarán durante años en la cadena alimentaria, animal y vegetal, mientras que el mercurio y cadmio permanecen en circulación durante décadas”.
Un desastre
El pequeño arroyo Hazeltine, cuyo curso es normalmente de un metro y medio de ancho después de la catástrofe se convirtió en 45 metros de ancho y se llevó por delante una serie de puentes donde los pescadores lanzan sus líneas para la captura del salmón. La esperanza es que las sustancias tóxicas se diluyan en el gran lago Quesnel, a cuarenta kilómetros de largo y 500 metros de profundidad, incluso antes de entrar en el Fraser. La empresa minera anunció en cambio que el agua contenida en las cuencas era “muy cercana al agua potable”, y que la arena y el lodo de sedimentación en realidad tenía “algunos problemas”.
Daños
Las autoridades canadienses no creyeron y han pedido a la empresa detener de inmediato los derrames, limpiar el área y le podrían aplicar una multa de 1 millón de dólares canadienses (unos 690.000 euros), según lo anunciado por Bill Bennett, Ministro de Energía y Minas de la Columbia Británica. Bennett dijo que Imperial de Metal Corp. había recibido cinco advertencias por los embalses demasiado llenos, el último de ellos el pasado mayo, y ahora mismo 14 inspecciones.
Por: Corriere della Sera
Fuente: www.corriere.it