El consorcio Barrick Gold, que opera la mina de oro de Pueblo Viejo, Cotuí, está muy preocupada por el enorme rechazo que su contrato suscita en el país.
Debido a ese rechazo y al temor de que el gobierno “ceda”, como en el caso de la cementera que se pretendía instalar próximo a Los Haitises, Barrick Gold ha dado un primer paso: contrató a la empresa Newlink, de Miami, con filial en la República Dominicana, para desplegar –la inició en la prensa escrita hace dos días–, una amplia campaña de relaciones públicas. En el comunicado publicado el martes, la Barrick pretende explicar, a su modo e intereses, el contrato suscrito con el Estado dominicano.
De acuerdo a los informes obtenidos por 7dias.com.do, Barrick Gold, que es una corporación pública que cotiza en bolsa, está recibiendo fuertes presiones de accionistas importantes debido a su mala imagen en el país y que, desde la República Dominicana, viaja al extranjero.
Hasta hace poco, la oficina de Miguel Guerrero era la encargada de las relaciones públicas de la empresa. Según la fuente de 7dias.com.do, la contratación de Newlink tiene una doble razón.
Una es que Barrick percibe a esta empresa con más capacidad logística local e internacional. Y otra es que la Barrick quiere aprovechar el acercamiento de Newlink con el gobierno dominicano.
De acuerdo a los informes, el ex embajador de Estados Unidos en el país, Hans Hertell, quien era el encargado de las relaciones con el sector público dominicano, también fue dejado sin ese empleo, como parte del cambio de estrategias en el país.
Newlink, presidida por el periodista argentino Sergio Roitberg, apoya al gobierno del presidente Leonel Fernández en las campañas de relaciones públicas, tanto nacionales como internacionales.
Asimismo, cada semana realiza una encuesta con una enorme muestra, a través de llamadas telefónicas, encuesta que permite al presidente Fernández monitorear el estado de opinión del país sobre diversos temas.
En ese sentido, Newlink se coloca en el centro de un posible cambio del gobierno respecto a Barrick, debido a la fuerte presión ciudadana por el impacto ecológico de la explotación y por los escasos ingresos que el contrato establece para el país. Los grandes ingresos quedan para cuando algún día la Barrick día obtenga ganancias luego de amortizar la inversión. El contrato no establece un tope al endeudamiento de la empresa ni prohíbe crear deudas con ella misma o con alguna afiliada, con lo cual se disfrazarían gastos.
La nueva estrategia de Barrick se produce en medio de preocupaciones de importantes accionistas estadounidenses ante la cada vez más deteriorada imagen de la empresa en la República Dominicana. De acuerdo a los informes, esas preocupaciones provienen, entre otros, de la familia Bush, con dos ex presidentes de Estados Unidos, familia que en el Consejo de Barrick es representada por el empresario Gustavo Cisneros.