Semillas de Agua desde los estudios de la resistencia
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En una entrevista Anita Tijoux anticipa cómo será el lanzamiento de su último disco “Vengo” que se realizará este viernes en la Cúpula del Parque O’Higgins. Narra cómo grabó el video de la canción que titula el disco y cómo se contactó con Shadia Mansour, la rapera palestina que vive en Estados Unidos y que “alucinó” con los tinkus, según la cantante.
Tijoux, quien lanza su tercer disco en Chile y quien se ha presentado en diferentes países, fue entrevistada por EmolTv, y a propósito de la masacre que el Estado de Israel ha cometido el último mes contra Gaza, manifestó que “esta masacre ha sido permanente, lo que pasa es que ahora ha sido mucho más grotesca e imposible de invisibilizar a pesar de algunos medios de comunicación”.
Pero, la rapera chilena espeta que lo que sucede en Palestina “ha sido recurrente y hace muchos, muchos años, y por eso las ganas de hacer el tema también. Ahora, cronológicamente se alineó el tema con lo que está pasando ahora en Gaza… claro, uno como músico se cuestiona un millón de cosas… y he hablado con mucha gente que no es músico y que qué puede hacer uno… estar en el teclado mirando imágenes terribles de niños masacrados aparte de sentir una desesperación y una desolación y una atadura de manos frente a una situación que es tan grotesca y terrible que es una masacre y un genocidio que es evidente. No sé si las canciones sirven… estoy en un gran punto de interrogación de saber si estamos aportando en algo, si en verdad no aporta en nada, no sé”.
Tijoux continúa: “la interrogación está latente… es que la masacre es demasiado violenta. Yo ya no puedo ver imágenes, me supera. Y no es porque no quiera verlas o porque no quiera ver lo que está pasando… es que cuando ves a un padre o una madre encontrando a su hijo aparte de llorar frente a la pantalla y sentir como… que te atraviesa esa pena… a parte de una solidaridad con el pueblo, ir a marchar, protestar hacer boicot… qué más, es una maquinaria demasiado grande y hay mucho dinero invertido y este silencio de la comunidad internacional o de los grandes poderes, porque yo creo que la comunidad está espantada igual, pero los poderes igual están en silencio frente a lo que está pasando”.
Finaliza conversando sobre la canción “Los peces gordos no pueden volar”, inspirada en su hijo donde hace una crítica severa a la construcción publicitaria de los malls como espacio público, que buscan reemplazar a las plazas.