La gente tiene la fuerza para detener la masacre israelí en Gaza

Justin Herman, Plaza en San Francisco, EE.UU.

Justin Herman, Plaza en San Francisco, EE.UU.

Es tan impresentable ante los ojos del mundo este nuevo ataque de Israel a la Franja de Gaza iniciado el lunes 7 tras una escalada de violencia hebrea, que en Chile, la comunidad judía, debió realizar una manifestación de apoyo al Estado Hebreo las alturas de Santiago, en la Cepal, donde 350 personas de la Comunidad Judía de Chile junto a su presidente, Gerardo Gorodischer, y el embajador del Estado Hebreo, David Dadonn, se manifestaron “a favor de la vida”.

Esto porque el mundo entero, y Chile no es la excepción, se moviliza dando muestras de profundo apoyo al pueblo palestino en su lucha por la liberación, pero también para exigirle a Benjamín Netanyahu, Primer Ministro israelí, que detenga la masacre. Además, la gente demanda a la Comunidad Internacional que reaccione para que Israel no quede impune.

Paralelamente, el Senado chileno aprobó un proyecto de acuerdo para solicitarle a la Presidenta Michelle Bachelet que llame al embajador chileno en Israel, Jorge Montero Figueroa, no solo a informar, sino como un gesto para “dar una señal de preocupación” ante la situación humanitaria que se vive en Palestina, “ante el poderío incontrarrestable de las fuerzas armadas israelíes ocupantes, especialmente considerando que en Chile vive una de las comunidades palestinas más grandes del mundo”, según explicó el senador Alejandro Navarro, autor de la iniciativa.

Van cuatro días de asesinatos en la Franja de Gaza, en lo que Israel ha denominado la “Operación Borde Protector” y las lentas burocracias estatales e internacionales recién comienzan a mostrar signos de preocupación y, en general, llaman a palestinos e israelíes a detener la violencia. Un discurso que, además de igualar dos fuerzas totalmente no equivalentes (como este programa de CNN Chile), omite el contexto de ocupación territorial y construcción de asentamientos judíos que Israel ha realizado sistemáticamente desde 1948, expulsando al pueblo palestino. También omite la construcción del muro (condenado internacionalmente), omite los checkpoints, las “detenciones administrativas” (ilegales, sin pruebas, sin juicio, sin tiempo determinado y por lo que más de 80 prisioneros palestinos habían iniciado una huelga de hambre en abril de 2014). Omite que los palestinos que viven en Israel son discriminados y no tienen los mismos derechos que los judíos (por ejemplo, no pueden comprar una vivienda, lo que constituye en un régimen de Apartheid de facto). Por otro lado, ignora que la ONU ha dictado innumerables resoluciones condenándolo e instándolo a cumplir el derecho internacional… pues bien, Israel no ha cumplido ni una sola y derechamente, ha violado las condenas de la comunidad internacional (con el apoyo sistemático de EE.UU.).

Ese discurso que habla del “conflicto palestino-israelí”, también olvida decir que Palestina no es un territorio por el que sus habitantes puedan caminar libremente. Además de pasar horas en los checkpoints (donde innumerables madres se han visto obligadas a dar a luz), los pueblos están separados en diversos bantustanes separados e incomunicados el uno del otro. Cisjordania es un trozo y la Franja de Gaza, otro trozo de ese país que no tiene ejército… y, prácticamente, no tiene autoridades, pues la Autoridad Nacional Palestina es cómplice de Israel administrando la ocupación (firmando acuerdos de seguridad con Israel). Gaza, en tanto, es la carcel más populosa a cielo abierto del mundo, controlada por aire, tierra y mar.

Entonces, es en este contexto en que Israel ha movilizado desde el lunes 7 de julio a más de 40 mil militares, ha realizado más de dos mil incursiones aéreas desde donde ha lanzado más de 800 toneladas de explosivos (entre los que se encuentra el condenado fósforo blanco) y van asesinados más de cien palestinos, muchos de ellos bebés y menores de edad. Nadie sabe con certeza cuál es el objetivo militar, pues han sido viviendas, hospitales, escuelas y hasta campos de refugiados los que han recibido la furia sionista.

La única forma de detenerlo

Sin embargo, la gente ha entendido que para detener esta masacre, realmente no basta con que los gobiernos del mundo realicen “gestos” para, en medio de presiones sionistas, la ONU saque otra resolución condenando la actitud de Israel y llamando a las partes a sentarse a conversar otra vez. Si es obvio que Israel la violará. Pero ya la gente lo sabe, tiene la fuerza, y sabe que tiene la fuerza. Y la ha puesto a disposición del pueblo palestino para presionar a Israel y a los países del mundo a que detengan esta masacre que lleva 66 años.

Por eso en el mundo entero se levantan las manifestaciones solidarias con el pueblo palestino y el repudio unánime al Estado de Israel. Europa, África, Norteamérica y Latinoamérica se han movilizado para condenar esta masacre que ante los ojos del mundo se está llevando a cabo como si fuera normal tener a un pueblo bajo la lluvia del fósforo blanco y misiles cayendo en hospitales, casas y hasta en campos de refugiados.

Las manifestaciones de diversa índole son parte del llamado que hiciera la sociedad civil palestina el año 2005, ante la evidencia de los constantes fracasos de las negociaciones entre las autoridades israelíes y palestinas. El llamado, inspirado en la lucha antiapartheid de Sudáfrica, es a boicotear, desinvertir y sancionar a Israel… en cada lugar, en cada momento, en cada acto… sin instituciones ni instrucciones verticales… dejando pues, que en cada persona florezca la posibilidad de acabar con la masacre.

Su objetivo, tal como explican en un instructivo sobre la Campaña BDS, es “lograr el aislamiento internacional de Israel como régimen de Apartheid, con el fin de que el Estado en cuestión se haga cargo y cambie su política hacia los palestinos. En este sentido el llamado de la campaña es a no tener relaciones “normales” con Israel, esto en el léxico instalado desde la campaña es llamado “normalización”. El combate a la normalización es el eje central para el éxito de una lucha de liberación palestina pacífica y civil, con apoyo de las sociedades civiles del mundo, para lograr el desmantelamiento del Apartheid israelí. Así se logró derribar el Apartheid sudafricano y así es como se pretende repetir la experiencia respecto al israelí”.

La Campaña del Boicot, Desinversiones y Sanciones a Israel (BDS) propone que, por acciones no violentas, la fuerza de la gente presione a Israel a cumplir con el derecho internacional, otorgue plenos derechos a los palestinos que viven en Israel y garantice el derecho al retorno de los refugiados palestinos.

Esto significa que hay que informarse, preguntar y emplazar si es necesario a instituciones, empresas y estados para saber su posición respecto de estos tres asuntos centrales para el pueblo palestino. Si no, se debe boicotear e informar a la gente a desinvertir (no comprando, por ejemplo) y sancionando (difundiendo el producto como cómplice de la masacre).

Por ejemplo, cualquier supermercado que ofrezca o cualquier producto hecho en territorio ocupado o en el Mar Muerto (como The Republic of Beauty), alguna empresa que tenga negocios con Israel; algún teatro o sala cultural que exponga alguna manifestación artística que sea apoyada por el Estado Hebrero o alguna de sus instituciones (como el caso del Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) y del Teatro Municipal (ver aquí también); alguna repartición pública del Estado o algo que lo represente (como el Buque Escuela Esmeralda), también acuerdos en armamento militar; universidades (como en el caso de la Pontificia Universidad Católica de Chile solo por mencionar una); algún artista que vaya a presentarse a Israel (como en reiteradas oportunidades le han solicitado a Sabina y Serrat o Fito Páez), a no ser que se manifiesten a favor de la liberación del pueblo palestino, como innumerables artistas se han sumado a la campaña BDS. Solo por mencionar a algunos: Roger WatersElvis Costello, les Pixies, Carlos Santana, Gil Scott-Heron, Vanessa Paradis, el cineasta inglés Mike Leigh).

Son tantos ámbitos que abarcar, pero es tanta la gente que puede parar esto, que es cosa de tiempo para que el muro caiga y se libere al pueblo palestino. Sé un portavoz de esta campaña y ayuda a su difusión en cada lugar que habite. En el trabajo, en el colegio, en las universidades, en fin… en la gente está la fuerza.

La gente trabajando soterradamente

Ya van nueve años de lucha con la campaña del BDS e Israel y Estados Unidos han mostrado preocupación por los efectos que podría tener. Esto solo termina por darle la razón a la campaña y dar cuenta del poder de la gente cuando aunada en un objetivo, trabaja soterradamente para evitar la impunidad de Israel y detener la masacre Palestina.

12 a las 12 eAsí es como Chile, con la comunidad de palestinos más numerosa fuera de Palestina, se manifiesta este sábado 12 de julio a las 12 hrs en el Centro de Santiago, específicamente en el Paseo Ahumada. Son diversas las organizaciones que adhieren a esta convocatoria, entre ellas Federación Palestina, Amal Chile, el Comité de Solidaridad Chileno Palesitno, Unadikum, UGEP-Chile, entre otras.

La manifestación recorrerá el Paseo Ahumada, en pleno centro capitalino para pintar el cielo con los cuatro colores palestinos: Negro, verdes, rojo y blanco. Se repartirá información, para llamar a la movilización, ya que como mencionan en la convocatoria “¡la pasividad y la indiferencia dan luz verde para continuar con los crímenes!”.

Ya sabes, no veas pasar el río de sangre impávido. Movilízate. La hora llegó.

Esta es una de las muchas actividades que se han realizado en Chile en solidaridad con el pueblo palestino. Valparaíso, Arica, Temuco, entre otras, se suman al repudio mundial contra la masacre israelí en territorio palestino.

Por: Javier Karmy

Fuente: Semillas de Agua

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